Psicólogos australianos de la Universidad de Nueva Gales del Sur han demostrado que los días grises y lluviosos, con un clima desapacible, son buenos para el cerebro y la memoria, y mejoran la capacidad de recordar. Por el contrario, en días soleados nuestra memoria no funciona de manera óptima.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores llevaron a cabo experimentos en una tienda en la que, durante dos meses, registraron a través de una serie de cuestionarios si los clientes recordaban diez objetos que previamente habían sido colocados sobre el mostrador. Asociando las respuestas al clima, descubrieron que las personas que visitaban el establecimiento en días lluviosos resolvían mucho mejor la prueba que quienes acudían en días soleados. Concretamente, los primeros recordaban hasta tres veces más objetos que los segundos. Sin embargo, en días soleados las personas estaban de mucho mejor humor.
Los autores, dirigidos por Joseph P. Forgas, aseguran que cuando la gente se encuentra de buen humor tiende a estar más desconcentrada y a prestar menos atención a lo que le rodea. Por el contrario, según explicaban, un estado de ánimo, negativo, inducido por un día gris, favorece un modo de pensar más meticuloso y concienzudo, con mayor atención y capacidad de recordar.
#PiensaPositivo
Fuente: marianoosorio.com